UC - Críticas
| País: China. Año: 2016. Género: Acción / Fantástica.
Dirección: Zhang Yimou. Guion: Tony Gilroy, Carlo Bernard, Doug Miro (Historia: Max Brooks, Edward Zwick, Marshall Herskovitz). Fotografía: Stuart Dryburgh, Zhao Xiaoding. Música: Ramin Djawadi. Productora: Universal Pictures, Atlas Entertainment, China Film Group, Legendary Pictures, China Film Group Corporation, China Film Group Corporation (CFGC), Le Vision Pictures.
Distribuidora: Universal Pictures Spain. Estreno en España: 17 Febrero 2017. |
Interpretación: Matt Damon, Pedro Pascal, Willem Dafoe, Andy Lau, Jing Tian, Zhang Hanyu, Eddie Peng, Lu Han, Kenny Lin, Ryan Zheng, Cheney Chen, Huang Xuan, Karry Wang, Vicky Yu, Liu Qiong. |
Y LLEGARON DEL CIELO
La Gran Muralla China se ha mantenido durante siglos como una de las maravillas de la humanidad que aún perdura. Se extiende a lo largo de 5.500 millas (entorno a 8850 km) y tardó más de 1700 años en ser construida. Ha protegido de muchos peligros. Algunos de ellos son conocidos. Otros son leyendas. Ésta es una de esas leyendas. Con esta introducción que aparece en los primeros minutos es donde la película va a centrarse de la mano de dos mercenarios en busca de pólvora en la China del siglo XV que se verán inmersos en una batalla milenaria contra unos monstruos devoradores de carne humana.
SINOPSIS: China, siglo XV. Un mercenario inglés y otro español son testigos del misterio que rodea a la construcción de la Gran Muralla China; ambos descubrirán que no se construyó para mantener alejados a los mongoles, sino para algo más peligroso: la mítica muralla ha sido edificada para detener la llegada de monstruos devoradores de carne humana.
Zhan Yimou vuelve a ponerse detrás de la cámara para ofrecer un espectáculo visual. Así han sido la mayoría de sus películas desde que estrenara en ese estilo con Hero (2002), alejada del que había desarrollado en sus films anteriores como Sorgo Rojo (1987), por la que ganó el Oso de oro en la Berlinale de 1988, o La Linterna Roja (1991), entre otras maravillas. Después de Hero vinieron otras que ahondaron en ese estilo donde predomina el espectáculo por encima de la historia (grandes escenarios con grandes coreografías y una estética muy importante) como La casa de las dagas voladoras (2004), La maldición de la flor dorada (2006) o incluso Una mujer, una pistola y una tienda de fideos chinos (2009), más inclinada al humor absurdo. Las últimas veces que lo habíamos visto fue con Amor bajo el espino blanco (2010), Las flores de la guerra (2011) y con Regreso a Casa (2014), donde se inclinaba nuevamente hacia su lado más sensible e intimista. con La Gran Muralla regresa de nuevo al cine más estético, porque la fotografía siempre ha sido importante para el director chino. Y es cierto que tiene escenas bastante memorables, visualmente potentes y con mucho colorido, pero al final, tanto los efectos visuales (algunos un poco cuestionables), los diseños y todo lo referente al aspecto visual en general están al servicio de la nada.
Porque si hay algo que falla en La Gran Muralla es el guión. Por un lado, por la historia que cuenta (escrita, entre otros, por Max Brooks, creador de Guerra Mundial Z), que no solo no presenta nada que no hayamos visto antes, sino que encima lo hace de manera bastante insulsa y con una lógica que a veces brilla por su ausencia. Y esto es, en parte culpa de los guionistas Carlo Bernard, Doug Miro y Tony Gilroy. Y eso afecta también a los actores, que intentan salvar un poco lo insalvable. Empezando por Matt Damon, el protagonista de esta historia, que parece querer terminar cuanto antes con todo (y con todo me refiero a la película). Le acompañan en esta aventura la actriz china Jing Tian, el chileno Pedro Pascal, el hongkonés Andy Lau y Willem Dafoe. En definitiva, lo que empieza como una aventura de acción se va transformando poco a poco en algo que puede generar más vergüenza ajena y aburrimiento que otra cosa. Un desperdicio de actores, presupuesto y tiempo, así como del talento de su director.
TRAILER